ABORTO ESPONTÁNEO

 

 Muchas mujeres, logran quedarse embarazadas, pero poco después se produce lo que se llama “aborto espontáneo”.

Esto puede deberse a alguna patología que tenga la madre, o a alguna alteración que tenga en ese momento en sus resultados serológicos.

Definimos el aborto espontáneo como la muerte del embrión o feto antes de la semana 20 de embarazo, después de estas 20 semanas estaríamos hablando de un parto prematuro con pérdida de bebé.

Habitualmente, este proceso ocurre en el primer trimestre del embarazo.

De cada 100 embarazos, entre 10 y 20 no llegan a buen fin, y acaban en aborto espontáneo. Este porcentaje se incrementa cuanta más edad tiene la gestante, así pues, a partir de los 30 años, la probabilidad de sufrir un aborto comienza a incrementarse considerablemente. Otros factores que influyen de forma importante en este desenlace son la diabetes, la hipertensión, problemas de coagulación…

Cuando se produce el aborto, habitualmente es difícil averiguar cual fue la causa exacta de este episodio. Muchas veces las gestantes sienten gran culpabilidad por algo que pudieran haber hecho mal, cuando esto suele estar lejos de la realidad.

Actividades cotidianas, como hacer deporte, tomar tratamientos habituales recetados por el médico, trabajar, mantener relaciones sexuales con la pareja, etc., no son causa del aborto, por lo menos, por sí solas.

Las causas mas habituales o probadas de abortos espontáneos son:

 

Anomalías cromosómicas de las células germinales 

 

• Enfermedades crónicas de la madre.
• Infecciones graves.
• Anomalías en el útero.
• Consumo de ciertos fármacos como quimioterapias, o bien manipular este tipo de medicación.
• Edad ( sobre todo cuando se superan los 40 años).
• Obesidad.
• Malos hábitos (alcohol, tabaco o otras drogas).

 

      Habitualmente, cuando una mujer ha sufrido un aborto, y vuelve a quedarse embaraza posteriormente, es muy probable que vuelva a sufrir otro.

Los signos y síntomas indicativos de un aborto son:

• Sangrado vaginal activo con o sin coágulos.
• Dolor abdominal tipo cólico.
• Malestar general 

Existen diferentes tipos de abortos:

•        AMENAZA DE ABORTO ESPONTÁNEO: hay sangrado vaginal y presencia de dolor abdominal tipo cólico pero el cuello uterino está cerrado.

Suele pasar que el sangrado no es abundante, y se detiene por si solo, permitiendo seguir con el embarazo, aunque hay un porcentaje que sí desembocara en la pérdida del embrión.

 

•        ABORTO ESPONTANEO INEVITABLE: En este caso, se produce un sangrado abundante, con apertura de cuello uterino, por lo que ocurre la pérdida del embarazo.

 

•        ABORTO ESPONTANEO INCOMPLETO: Se produce la interrupción del embarazo, y parte de este es expulsado al exterior, pero la otra parte queda dentro de la gestante, necesitando tratamiento y una técnica quirúrgica llamada legrado para la expulsión completa y evitar así una infección que podría llevar a la mujer al fallecimiento.

 

•       ABORTO ESPONTANEO COMPLETO: Se finaliza el embarazo, con la perdida completa del tejido. Habitualmente no es necesario tratamiento, ni legrado.

 

•         ABORTO ESPONTANEO RETENIDO: No existe ningún síntoma de aborto, y suele detectarse cuando la futura madre acude a una revisión, y el medico no detecta latido cardíaco. Los restos del embarazo pueden salir solos del cuerpo de la mujer, o necesitar tratamiento para ser expulsados.

 

Muchas mujeres, después de este proceso, necesitan terapia psicológica, pues el sentimiento es de duelo y suele cursar con emociones de aflicción, tristeza, culpabilidad…

Es importante el apoyo mutuo de la pareja para poder sobrellevar este trance. El tiempo necesario para reponerse es diferente en cada persona, así como la forma de sobrellevarlo.

Existen muchos grupos de apoyo y terapias para compartir sentimientos y apoyo en este tipo de duelo, así como psicoterapeutas especializados en familia.

Si la pareja decide volver a intentar quedarse en estado, es importante que primero acuda a su médico, para que le indique cuanto tiempo tiene que estar en reposo antes del nuevo proceso. Si no fuese el primer aborto que tuviera la mujer, el médico seguramente le indicará que se realice diversos estudios, para saber la causa, y poner tratamiento antes.