VISTA ANATOMICA DE SÍNDROME DE ASHERMAN |
Es una condición adquirida caracterizada por la presencia de una serie de fibromas o adherencias dentro de la cavidad uterina o en el cuello del cérvix. Pueden ser lesiones aisladas, o llegar a unir las paredes del útero, colapsándolo. Esta diferencia como la extensión de las lesiones nos indicarán que grado de gravedad tiene en cada mujer este síndrome.
Estas lesiones aparecen a raíz de un trauma en el endotelio el cual, en el proceso de cicatrización, no lo hará como una víscera hueca, sino que se unirán sus paredes.
Los casos mas comunes en los que aparece son después de un legrado como consecuencia de un aborto, bien espontaneo o deseado, o un alumbramiento incompleto. También puede ocurrir en la recuperación de una cesárea, una extirpación de fibromas o pólipos, o en procesos infecciosos como por ejemplo tuberculosis genital o esquistosomiasis.
Cuantos mas legrados se le hubieran practicado a la mujer, mas riesgos tendrá de sufrir este síndrome. Al mismo tiempo, este síndrome provoca que en embarazos posteriores se produzcan mas abortos no deseados, abortos incompletos o que directamente no exista la posibilidad de anidamiento.
Existe un tipo de síndrome de Asherman que es muy difícil de tratar, se trata del “Asherman incurable” o esclerosis endometrial. En este caso no existen adherencias, sino que se caracteriza por la falta de endometrio y es mas probable que ocurra por cirugías como una miomectomía, que por un legrado.
Los síntomas que van a sufrir estas pacientes son amenorrea (falta de periodo menstrual o muy escasos) pero con dolores todos los meses por las fechas que coincidiría con este, lo que indicaría que la menstruación si se esta produciendo, pero el sangrado no puede salir al exterior por el colapso.
También podría pasar que la mujer si tuviese el periodo todos los meses, pero presentase abortos recurrentes e infertilidad.
El síndrome de Asherman no es una dolencia habitual, y en algunos casos no se llega a detectar a no ser que la mujer desee quedarse embarazada.
Según estudios, lo presenta un 20% de las mujeres que se han sometido a algún tipo de proceso de los anteriormente mencionados como causantes.
Para proceder a su diagnóstico, el médico deberá hacer la petición de una de las siguientes pruebas:
- Histeroscopia.
- Sonohisterografia.
- Histerosalpingografia.
El mejor método para evitar padecer este síndrome sería llevar a cabo prevención, como por ejemplo, y siempre y cuando fuese posible, tener un aborto o alumbramiento por medio de medicación, evitando así el legrado. Esto será siempre decisión del facultativo, según considere las necesidades en el momento.
El tratamiento mas correcto, sería ponerse en manos de un cirujano para que extirpase las adherencias e incluso volviese a abrir el cérvix en los casos graves.
Algunos de estos profesionales, prescriben tratamientos con estrógenos para estimular la curación del útero y el crecimiento del endometrio, y colocan una sonda Foley para prevenir que vuelvan a ocurrir las adherencias durante la cicatrización.
En los últimos años, han aparecido nuevas técnicas para la curación y reparación del útero basadas en células madre endometriales.
En resumen, contraer este síndrome aumentará el porcentaje de infertilidad en la mujer, abortos recurrentes, descenso de la probabilidad de crecimiento intrauterino… También provocará endometriosis en un alto número de mujeres como consecuencia de que las menstruaciones son retenidas y fluyen a la cavidad abdominal.
Es importante, por consiguiente, que la mujer realice revisiones anuales con su ginecólogo, y que este realice, además de otras pruebas, ecografías pélvicas.